El presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzales, aclaró el jueves que no existe ninguna propuesta para eliminar el artículo 296 del “Código Penal Boliviano” que garantiza la libertad de expresión, y calificó a esa afirmación como un experimento para ver su reacción.

“Yo no sé de dónde salió esa versión, no tengo idea, me da la impresión de que es un globito de ensayo que lanzó alguien para ver cómo reaccionan, nosotros no conocemos absolutamente nada, ni en el Código de Procedimiento, ni en el ámbito de la Asamblea”, enfatizó.

El Legislador señaló que la nota periodística que se publicó en algunos medios de comunicación en días pasados, sólo generó una polémica sobre un tema “inexistente”, porque en ningún momento se propuso algo así.

Descalificó esa noticia, pero señaló que “es parte del ejercicio periodístico”, razón por la que no se lo puede censurar.

El artículo 296 del Código Penal Boliviano señala que “será sancionado con reclusión de seis (6) meses a tres (3) años y multa de treinta (30) a doscientos (200) días, el que ilegalmente impidiere o estorbare la libre emisión del pensamiento por cualquier medio de difusión, así como la libre circulación de un libro, periódico o cualquier otro impreso”.

En pasados días, una nota del periódico “Los Tiempos”, de Cochabamba, señalaba ese extremo, sin embargo, la fuente a la que refería la información es la Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia, instancia que “alerta” de esa medida sin mencionar fuente.

“La Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia, a través de un comunicado público alerta al pueblo boliviano ‘ante el nuevo intento de acallar la voz de los trabajadores de la prensa, cuando a través de las reformas al código penal se pretende anular el artículo que garantiza y protege la libertad de expresión’”, reseña el periódico “Los tiempos” en su publicación del 7 de julio.

Sin embargo, en ninguna de las notas publicadas por medios de comunicación en los que repercute esa noticia aparece una fuente que haya confirmado esa información, y sólo la apuntan a la redacción del periódico “Los Tiempos” como fuente oficial.

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