Tras el dictamen del Tribunal de Sentencia de Padilla en el departamento de Chuquisaca, con la sentencia condenatoria de seis años de cárcel contra 13 acusados por instigación a la violencia y racismo en el denominado Caso 24 de Mayo, el presidente de la Cámara de Senadores José Alberto Gonzales, recordó este miércoles ese episodio lamentable en el que sufrieron los campesinos discriminación y humillación por parte del Comité Interinstitucional y grupos de universitarios.

“Este episodio marcó un antes y un después, fue un momento muy lamentable, una página negra de la historia de Bolivia, ojalá nunca más se repita, yo creo que fue una manifestación de racismo de discriminación. Las víctimas de semejante humillación que no solo son las personas afectadas, sino un colectivo, un país que se dice ser democrático”, manifestó Gonzales.

La primera autoridad del Senado dijo que este tipo de acontecimientos han aportado en la implementación de la Ley 045 contra el racismo y toda forma de discriminación, además exhortó a la tolerancia entre bolivianos para que nunca más se vuelva a repetir una acción como la sucedida en sucre el año 2008.

“El aprendizaje que nos ha dejado ese momento tan dramático, es la regulación la Ley 045, que se inspira en ese episodio tan lamentable, y segundo, nos deja el mensaje que vivimos en un país donde nuestra Constitución Política del Estado reconoce 36 nacionalidades diferentes, conviviendo en este espacio geográfico, yo creo que debemos recordar lo importante que es la tolerancia entre nosotros”, enfatizó.

El 24 de mayo del 2008, día de la agresión a los campesinos, el gobierno tenía previsto entregar tractores y otros beneficios; sin embargo, una violenta movilización encabezada por el Comité Interinstitucional impidió que se desarrolle el acto en el estadio Patria.

En esa jornada, los grupos violentos de universitarios e integrantes del denominado Comité Interinstitucional, arremetieron contra los campesinos a quienes golpearon y humillaron.

Bajo amenaza, los campesinos fueron obligados a gritar "abajo Evo Morales", "arriba Sabina Cuellar" y posteriormente fueron conducidos a la plaza principal donde por la fuerza quemaron whipalas, con el dorso desnudo y de rodillas gritaban "muera Evo".