El Colegio “Simón Rodríguez” fue fundado el 7 de febrero de 1986, en la ciudad de Sucre en homenaje al maestro del Libertador Simón Bolívar, fue pionero al haber introducido la investigación y la producción a través de talleres, así como por haber impulsado la formación humanística diferenciada creando intereses profesionales y de trabajo, buscando la calidad y excelencia educacionales para sus estudiantes, de manera tal de desarrollar aptitudes, valores y vocaciones  de servicio.

Este colegio a lo largo de sus 30 años de enseñanza, ha aportado con la formación productiva, practica y teórica para hombres y mujeres comprometidos con el país, es por eso que la Cámara de Senadores aprobó este viernes un Homenaje Camaral en reconocimiento a su apoyo al desarrollo social y en mérito a su compromiso a lo largo de su prestigiosa vida institucional.

Transcurría el año 1985, cuando surgió la idea de crear un colegio en el que se pudiera poner en práctica las propuestas pedagógicas que se iban perfilando en un grupo de profesores de la Escuela Nacional de Maestros “Mariscal Sucre”. Estos profesores se reunían en tertulias donde se hablaba de libros y de educación. En una de ellas se planteó la posibilidad de fundar un colegio y así fue como la iniciativa fue tomando cuerpo hasta que el profesor Johnny Durán lo bautizó con el nombre de “Simón Rodríguez”  en honor del gran pedagogo venezolano.

Al año siguiente, el 7 de febrero de 1986, gracias a la vocación, empeño y entusiasmo de este grupo de profesores, así como a las expectativas de los padres de familia, se dio lugar al nacimiento del colegio “Simón Rodríguez” al amparo de la Cooperativa Educacional del mismo nombre.

Desde el inicio de sus actividades el plantel de maestros y los consejos de administración y vigilancia y los socios  de la cooperativa trabajaron, sin pausa, para consolidar el funcionamiento de la unidad educativa. En sus tres primeros años de vida, los maestros cooperativistas no percibieron remuneración por su trabajo. Solo con el aporte, el desprendimiento, la entrega y el esfuerzo se logró adquirir primero un inmueble en la calle San Alberto, y después la vieja casona  ubicada en calle Calvo de la ciudad de Sucre.

Han transcurrido treinta años desde su fundación, en los cuales esta prestigiosa institución educativa a través de sus principios y lineamientos psicopedagógicos se ha preocupado por brindar capacitación permanente y proactiva a sus profesionales replicándose ésta en la formación de sus alumnos y alumnas.

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