El pleno de la Cámara de Senadores, aprobó el jueves, rendir un justo y merecido reconocimiento póstumo al expresidente de Bolivia, general David Padilla Arancibia, un militar de honor que apostó por el retorno de los militares a los cuarteles, garantizando así la democracia y permitiendo al pueblo la elección de sus mandatarios.

David Padilla Arancibia nació el 13 de agosto de 1927 en la ciudad de Sucre, en el seno de una familia de clase media, se graduó en la Escuela Militar de La Paz en 1948 con el rango de Teniente, llegando a ser General de Ejército.

Desde allí, encabezó el golpe de Estado Militar incruento y sin víctimas, que depuso el gobierno de otro militar, el general Juan Pereda Asbún. En consecuencia, el 24 de noviembre de 1978, fue investido con la banda presidencial, responsabilidad que asumió bajo la premisa de llamar a elecciones.

Durante su corto periodo presidencial, se destaca la creación de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), asimismo, la derogación de la Ley fundamental de universidades decretada por el expresidente de facto Hugo Banzer Suarez, restituyéndose así la autonomía universitaria.

Se convirtió en el primer militar que después de 13 años de gobiernos militares, entregó el poder a un Presidente Constitucional, llamando a elecciones el 1 de julio de 1979, y posteriormente entregando el gobierno el 8 de agosto del mismo año, con lo que quedó restaurado el sistema democrático en Bolivia.

Antecedentes históricos que motivan el merecido reconocimiento póstumo al expresidente de Bolivia, general David Padilla Arancibia, un militar de honor que apostó por el retorno de los militares a los cuarteles garantizando así la democracia y permitiendo al pueblo la elección de sus mandatarios.

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