Los senadores aprobaron rendir un homenaje póstumo a las víctimas de la masacre de San Juan, porque al ofrendar sus vidas, la noche del 24 de junio de 1967, contribuyeron en la recuperación de la democracia.

La historia de los mineros bolivianos de Siglo XX está marcada de luchas memorables y terribles desgracias, en su búsqueda de un horizonte digno y soberano para un país siempre sometido al atraso y la succión de sus materias primas, atrapado en el circulo vicioso de un modelo primario en su economía.

La madrugada del 24 de junio de 1967, después de la noche de San Juan, cuando los mineros festejaban la llegada de los delegados a Siglo XX para participar del ampliado convocado por los mineros, unidades de elite del Ejército rodearon y atacaron el distrito, sorprendieron a los obreros desarmados con disparos de fusiles, ametralladoras y explosiones de dinamita, dejando centenares de heridos y decenas de muertos.