La Cámara de Senadores aprobó una Declaración Camaral que rinde un justo y merecido reconocimiento al legendario Cerro Rico de Potosí, que contribuyó con su valioso mineral de plata, para el desarrollo y crecimiento económico de Bolivia.

El legendario Cerro Rico de Potosí, representa la riqueza de Bolivia, siendo un símbolo que se encuentra perpetuado en su propio escudo. Su valía ya era conocida con anterioridad, los habitantes originarios lo consideraban una huaca venerada y lo denominaban Sumac Orko.

Potosí, se sitúa a unos 3.900 metros sobre el nivel del mar y al pie de una pequeña montaña que marca su paisaje, el conocido como Cerro Rico, de donde salió toda la plata que despertó la codicia de los españoles y revolucionó el mundo entero. Hhoy, aunque a duras penas, sigue activo, produciendo algo de plata y otros minerales, y con ello se mantiene gran parte de la economía de Potosí.

Se estima que, el Cerro Rico de Potosí, llegó a producir el 60% de toda la plata minada a nivel mundial durante la segunda mitad del siglo XVI, que sumado a los bajos costos de producción del Nuevo Mundo y la alta demanda desde China, trajo grandes beneficios al Imperio español, esto le valió al poblado que su título como asiento de minas, pasando al rango de ‘Villa Imperial’ el 21 de noviembre de 1561.

Bolivia, a través de la Ley Nro. 1197 declaró al Cerro Rico como Monumento Nacional en 1990. A nivel municipal se garantizó la preservación del cerro a través de la Ordenanza Municipal Nro. 31/93, que estableció el Reglamento de Preservación en Áreas Históricas de la ciudad de Potosí. Frente a las denuncias de deterioro que estaba sufriendo el cerro, el año 2004 se promulgó el Decreto Supremo Nro. 27787, que reglamenta las actividades mineras en el Cerro Rico de Potosí.