La presidenta de la Comisión de Justicia Plural, Ministerio Público y Defensa Legal del Estado de la Cámara de Senadores, Virginia Velasco Condori, expresa este viernes, un justo y merecido reconocimiento a la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarios de Bolivia (CSCIOB), al conmemorar sus 51 años de vida orgánica y constituirse en el baluarte para lograr una alianza nacional en beneficio de las organizaciones sociales del país, que apoyan los derechos indígenas comunitarios y agrarios.

La Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia, que aglutina en su seno a Aymaras, Quechuas, Lecos, Mosatenes, Chimanes, Tacanas, Chaqueños, Guaraníes, Yuracarés, Chiquitanos, fue fundada el 18 de febrero de 1971 con personería jurídica otorgada mediante Resolución Suprema Nro. 218425 de fecha 21 de julio de 1998. Se erigió al calor de la lucha sindical del pueblo boliviano para lograr mejores condiciones de vida para las comunidades interculturales originarias de Bolivia, los pueblos indígena originario campesinos y el pueblo boliviano en general.

“La Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarios de Bolivia forma parte del Pacto de Unidad con las Organizaciones Indígena Originario Campesina para lograr una alianza nacional en favor de los derechos de las organizaciones indígenas, comunitarios y agrarios de nuestro país, felicidades hermanas y hermanos”, destacó la legisladora.

La senadora Velasco recordó que desde el sector rural agropecuario se planteó acabar con el sistema colonial neoliberal pro-capitalista que sumió en la marginación, la discriminación y el olvido a este sector; en este contexto histórico los asentamientos de comunidades interculturales en tierras bajas implicaron la migración de los indígenas, originarios del país que tenían tierras insuficientes para trabajarlas, lo cual generó polos de soberanía y desarrollo agropecuario para lograr la soberanía alimentaria boliviana.

Además, valoró las marchas por tierra y territorio, la defensa de la hoja de coca, la adaptación a la vida de otros pisos ecológicos, la lucha contra las dictaduras y el sistema colonial, republicano y neoliberal que formaron parte de la historia de las comunidades interculturales originarias, en la que muchos de sus afiliados y afiliadas ofrendaron sus vidas en defensa de sus derechos y los derechos del pueblo boliviano.

“Luchas que finalmente lograron la aprobación de una nueva Constitución Política del Estado, que oficialmente reconoce a las comunidades interculturales originarios como parte integrante del pueblo boliviano”, manifestó.