Gonzales dice que opositores se basan en el manual de Sánchez Berzaín en su campaña por el NO

Prensa Senado | Lun, 01/11/2016 - 22:54 | Política
Sen. José Alberto Gonzales, Presidente Cámara de Senadores

Un documento denominado “Plan Estratégico para Bolivia”, del Instituto Interamericano para la Democracia (IID), cuyo director es Carlos Sánchez Berzaín, y junto a otros patrocinadores como el Fondo para Estudios Americanos, FTI Consulting,  Fundación Internacionalismo Democrático, InterAmerican Institute for Democrcy (Liberty and Democracy), son quienes financian y dirigen el discurso y accionar de la oposición en Bolivia de cara al referendo del 21 de febrero, aseguró este lunes el presidente de la Cámara de Senadores José Alberto Gonzales.

“Hay un manual de instrucciones hecho por la organización del señor Sánchez Berzaín, que tiene su sede en los Estados Unidos y que tiene financiamiento de varios órganos de Estado de ese país. Es un manual que les han mandado hace bastante tiempo ya, donde les dicen qué es lo que hay que hacer; que no hayan políticos, que sea aparentemente un  movimiento ciudadano, hay que desgastarlo al gobierno haciendo conflictos sociales en todos los lugares donde se pueda; es un manual de campaña interesante. Y allí esta justamente el sello y la firma de diferentes organizaciones vinculadas al gobierno de Estados Unidos que son las que obviamente están dirigiendo y orquestando toda esta campaña, nada es casual”, develó.

La autoridad legislativa citó algunas partes del plan estratégico de Sánchez Berzaín, en los que se establecen acciones como:

Perfeccionar el discurso confrontacional y los denunciantes designados como portavoces que sean en primer lugar líderes como Rubén Costas, Luis Revilla, Félix Patzi y Soledad Chapetón. En segundo lugar líderes políticos reconocidos como Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga Ramírez y Manfred Armando Reyes Villa. El discurso debe ser más fresco y que atraiga, pero que al mismo tiempo se muestre resolutivo y consecuente en sus líneas ofreciendo una tendencia al cambio actual, establecer claramente el lema “Cambiemos hacia una alternativa democrática”.   

Generar emoción con mensajes cortos, pero que lleguen a la mayor cantidad de personas de todas las edades donde se retomen los problemas sociales provocando el descontento social, utilizando el sistema de internet, portales o blogs, las redes sociales tales como Facebook, Twtter, Instagram, WhatsApp y SMS, esto para mayor y rápida difusión.

Mantener e incrementar denuncias de corrupción y responsabilizar directamente al régimen de supuestas ineficiencias y negligencias en combatirlas.

Contactar con grupos militares en servicio activo y en condición de retiro ya identificados para ampliar la campaña dirigida a restarle prestigio al gobierno dentro de las Fuerzas Armadas. Bajo el principio de que las Fuerzas Armadas deben asumir el papel de garantes de la democracia en Bolivia. Hay que lograr por cualquier vía, el re-establecimiento de la constitución. Es vital preparar a los militares para que a partir de un escenario de crisis y conflictividad social interna encabecen la insurrección contra el régimen, o al menos que apoyen una intervención extranjera o un levantamiento civil para viabilizar la transición democrática pacífica.

Incentivar huelgas de hambre de varios días, movilizaciones masivas, problemas en universidades, en instituciones cívicas afines, movimientos indígenas cooptados y en sectores de la sociedad ya identificados como en las mismas instituciones gubernamentales.

Gestionar  ante  el  Departamento  de  Estado  de  Estados  Unidos  y  su  Oficina  de Negocios  en  Bolivia  con  organismos  internacionales  y  agencias  de  cooperación como  USAID  (Agencia  de  los  Estados  Unidos  para  el  Desarrollo  Internacional), NED (Fundación Nacional para la Democracia), NDI (Instituto Nacional Demócrata para  Asuntos  Internacionales),  OTI  (Oficina  de  Iniciativas  Transitorias)  e  IRI (Instituto  Republicano  Internacional)  el  incremento  de  los  fondos  de financiamiento  y abastecimiento para que  estos  sean debidamente  canalizados a la oposición democrática boliviana y sus organizaciones, destinados a alcanzar al menos un 55% o 60% del apoyo ciudadano en el próximo referéndum, de tal forma que el efecto sea rotundo, dice el escrito a los que hizo referencia el titular de la Cámara de Senadores.

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