El pleno de la Cámara de Senadores en su 205 Sesión Ordinaria, aprobó un Proyecto de Declaración Camaral de homenaje a Tupak Katari, recordando y conmemorando los CCXXXIV años de su muerte, un caudillo indígena que luchó tenazmente contra el yugo español con el firme propósito de recuperar la identidad y dignidad aymara.
Tupac Katari fue un líder con carácter pertinaz, cuyas decisiones fueron más feroces comparados a los de otros caudillos, su ambición fue muy grande lo cual le llevó a realizar uno de los actos bélicos más importantes de la rebelión, al sitiar la ciudad de La Paz con el propósito de recuperar la dignidad e identidad aymara, buscando la expulsión de los españoles, para de esta forma restablecer el poder indígena y el gobierno propio, lo cual transformó profundamente la teoría política del país.
Julián Apaza Nina, nació en el pueblo de Ayo Ayo, provincia de Sica Sica, huérfano desde su adolescencia, se desempeñó en diversos trabajos llegando a ser peón en la mina de San Cristóbal de Oruro, transportando el mineral impuro para posteriormente ser escogido; momento en el que comenzó a presenciar y sentir el sufrimiento de sus hermanos, es cuando nació la idea de rebelarse para luego propagarla entre su gente.
Más tarde, se fue a Sica Sica, casándose con Bartolina Sisa y cambiando de oficio al de comerciante; pudo presenciar la explotación colonial por lo que comenzó a analizar la forma de pensar de los indígenas, mestizos y criollos. Es así que comenzó su lucha apoyado por su esposa y su hermana menor Gregoria Apaza, adoptando el nombre de Túpac Katari; que significa en aymara “Tupac” brillante, relumbrante y “Katari” serpiente.
Posteriormente, se dio a la tarea de reclutar tropas en el Alto Perú y organizar el apoyo económico del movimiento. Resaltando en su liderazgo, la proposición de caciques por parte de las comunidades indígenas; prescindiendo del apoyo de los criollos, debido a su política radical. Estableció alianzas con los mestizos, mulatos y negros, haciéndoles partícipes de su ejército; surgiendo de esta forma el sentimiento antiespañol y anticriollo; consecuentemente antiblanco; lo cual caracterizó su movimiento o rebelión, como una guerra étnica, rechazando y desconociendo toda costumbre europea y así poder regresar a las primitivas pautas indígenas precolombinas.
En 1781 Tupac Katari sitió la ciudad de La Paz por dos veces, la primera, por un lapso de tres meses y la segunda por un mes; fracasando en ambos intentos con el único resultado de dejar a la mencionada población sin alimento. Consecuentemente, Tupak Katari, traicionado por un indígena de su movimiento, fue apresado por los españoles y condenado a muerte en Peñas un 15 de noviembre de 1781, ordenándose que su cuerpo sea descuartizado y cuyas frases célebres antes de morir fueron: “A mí solo me mataran…, pero mañana volveré y seré millones”.